martes, 3 de mayo de 2011

LA ORGANIZACIÓN INNOVADORA

En las compañías de hoy en día, se han venido gestando nuevas estructuras organizativas que se ajusten a las dinámicas y variaciones de un entorno cada vez cambiante. Por ende la concepción universal, de empresas administradas por funciones y la división del trabajo mediante áreas especificas, ya no se ajustan ; e inclusive llegan a ser inoperantes ante las actuales contingencias. En consecuencia, el concepto de organización innovadora ha tomado fuerza y actuación en el management del siglo XXI; en donde se hace meya en la puesta en marcha de nuevos proyectos, de los cuales se deriven productos con un alto grado de innovación. Para lo cual es necesario, realizar un ardua gestión de recursos (físicos, humanos, financieros). Debido a que un proceso de innovación requiere recursos considerables de los cuales, en la mayoría de los casos no se puede determinar a ciencia cierta sus resultados y/o beneficios, ya que los proyectos de innovación tienen inherente un alto grado de riesgo y no aceptación por parte del mercado. Por otro lado, se debe aplicar reingeniería en lo concerniente  a la implantación de la cadena de valor de la compañía. Se debe pasar de labores netamente operativas, con procedimientos preestablecidos a desarrollar acciones con base a proyectos, los cuales serán desarrollados por equipos de alto rendimiento. A la par de lo anterior se debe redefinir las relaciones empresa - entorno, entorno - empresa. Debido a que en la medida en que esta crezca, mayor importancia cobrara; qué tanta preparada se encuentra la organización para determinar las preferencias y necesidades del cliente objetivo. Para lo cual es necesario que los miembros de la compañía adopten mecanismos y herramientas de exploración, que les permitan leer y prever con exactitud las tendencias o posibles cambios que allí ocurren.

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